Biografía

Nacemos sin memoria consciente, pero llegamos al mundo con un bagaje que nos permitirá emprender el camino de la vida, desarrollar nuestro cuerpo, nuestro temperamento, nuestros talentos…

Con estas herramientas básicas que tienen que ver con nuestra familia biológica, con la genética, transmitida generación tras generación, empezamos nuestro camino y nos encontramos con la cultura de la familia en que nos criamos, su cultura, sus hábitos, sus creencias… llegamos como se llega a un escenario que ya está montado y pasamos los primeros años de nuestra vida tratando de comprender sus reglas, sus mensajes; aprendiendo a adaptarnos.

Nacemos en un momento concreto, con una situación histórica, social y cultural determinada. Nos encontramos con personas que ya están ahí, desempeñando un papel en el mundo y en nuestra vida, enseñándonos, permitiéndonos crecer con salud o poniéndonos trabas, generando dificultades.

De nuestro pequeño mundo de los primeros siete años de vida, pasamos a un mundo más grande, del pensamiento mágico pasamos a comprender los límites del espacio y el tiempo que vivimos, aquí, ahora y cuando llegamos a la adolescencia empezamos a hacernos preguntas, necesitamos comprender, buscamos la “verdad”.

Y seguimos creciendo, con facilidades y dificultades, con seguridad o con carencias. Y llegamos a establecer nuestras creencias, sobre la vida, sobre el mundo, sobre lo que somos, como somos y sobre las otras personas. Creencias que pueden ser erróneas y limitarnos pero que son nuestras verdades y nos cuesta contrastarlas y cambiarlas.

Podemos acercarnos a nuestra biografía, a nuestra propia historia con mente abierta, con curiosidad, con interés científico. Podemos comprender las “leyes” de nuestra evolución, tomar conciencia y promover desde la voluntad los cambios que deseamos, aceptar lo que ya fue y comprender su significado en nuestra vida.

Esto nos ayudará a sanar heridas pasadas, a generar asombro ante el descubrimiento de nuestra historia y a descubrir que podemos sembrar nuevas creencias y cultivarlas para que poco a poco vayan creciendo y haciéndose fuertes en nuestro interior.

Como personas adultas, nos toca hacernos cargo de nuestra propia vida, de nuestra propia historia.

Revisar nuestra biografía con una mirada amorosa hacia nosotras y nosotros mismos, acoger a ese niño, a esa niña que fuimos, poniendo luz en la oscuridad, nombrado todo lo que hemos callado, liberando los fantasmas del pasado y dejándoles marchar al convertirlos en historia, son partes de esta labor de curación.

No podemos cambiar el pasado, pero podemos cambiar la forma de relacionarnos con él hoy. Y desde el hoy, diseñar un modo distinto de estar, para hoy y para todos los mañanas que también serán hoy.

 

Artículo escrito por:

Fanny Sánchez Juan

Psicóloga especialista en Psicología Clínica, Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud, Infancia y Adolescencia, Género y Desarrollo.
Colegiada M-11119

 

Taller de Biografía impartido por Fanny Sánchez Juan.

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