Círculo de mujeres: encuentro de junio de 2016
«Soy la mujer que piensa. Algún día encenderé luciérnagas» (Giocconda Belli)
Celebrar el solsticio de verano es celebrar la vida, como un ciclo que se renueva, con los cambios de estación y con los cambios en el ciclo de cada mujer. Y celebrar los cambios es repensarse la historia, es saber que nuestro presente es fruto de nuestro pasado y que aquí, ahora, estamos poniendo las bases de nuestro mañana.
Giocconda Belli, escritora nicaragüense, tiene una extensa obra llena de compromiso político, social, cultural y de género.
La vida es cambio, podemos contribuir a orientar el sentido de este cambio con nuestras acciones, con nuestras creencias, con nuestros sentires.
En nuestro encuentro de junio celebramos el poder transformador que tenemos desde la conciencia individual y colectiva, porque podemos escoger en cada momento nuestra manera de estar en el mundo y «hacer el mundo en que nacerá y crecerá la semilla que trajimos con nosostras».
Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.
Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.”
Gioconda Belli