la difícil tarea de tomar las riendas.
Llevamos ya dos semanas de confinamiento, los primeros días era todo muy extraño, para algunas personas podría resultar muy duro, para otras una oportunidad de parada de la frenética vida diaria y descanso, pero después de dos semanas algo va cambiando, seguimos tratando de comprender y elaborando todo tipo de hipótesis que a veces generan más desasosiego que calma.
Quienes tienen que trabajar, quienes tienen clases y estudios han podido generar una rutina que les ayuda a pasar los días, pero para algunas personas crear rutina resulta más complicado. La rutina es la estructura de nuestros días, el exceso de rutina nos sume en la rigidez, la ausencia en el caos, como siempre lo ideal es que logremos establecer un estado intermedio entre ambos extremos y esto se va haciendo cada vez más necesario tras tantos días.
Necesitamos organizar un horario, un horario para levantarnos y para irnos a dormir, recordad que el cuerpo tiene unos ritmos que son acordes con el ritmo de la tierra y que el sueño es más eficaz para reparar cuerpo y psique si nos dormimos a una hora prudente, trasnochar día tras día puede llevarnos al cansancio y éste al mal humor.
Es importante tener en cuenta que necesitamos dormir entre 7 y 8 horas diarias, ni más ni menos, salvo necesidades especiales por estar convalecientes. El exceso de sueño es tan perjudicial como la falta, el cuerpo se anquilosa y el cansancio aumenta.
Necesitamos ser conscientes de que seguimos necesitando cuidar nuestra alimentación en todos los sentidos, nos nutrimos de comida, bebida, noticias, relaciones… Y en estos tiempos necesitamos seguir eligiendo con claridad.
A pesar del confinamiento, hay muchas cosas que podemos hacer a diario para cuidarnos, no podemos olvidar que necesitamos movimiento, afortunadamente hay muchas propuestas de ejercicio en casa muy útiles, tenemos que elegir la que más se adapte a nuestra condición física e incorporarla, hacer ejercicio todos los días es imprescindible para mantener nuestra salud física y mental, no podemos olvidarnos de esto en tiempos difíciles.
Si resulta complicado establecer rutinas quizá sea el momento de hacer un horario, calendarizar la actividad que se quiere hacer cada día y dejar libres los fines de semana es una buena opción.
Seguir manteniendo contacto con la familia y las amistades nos mantendrá con actividad social, afortunadamente en la mayoría de los casos la tecnología lo permite, intentemos vernos si es posible y si no lo es, al menos escucharnos.
Todo esto parece fácil, pero lo sencillo es a veces lo que más nos cuesta pues que tenemos que poner en marcha es la voluntad y cuando nadie nos lo exige quizá no demos a nuestro autocuidado la importancia necesaria como para caer en la cuenta de que cada persona es quien lleva las riendas de su vida. Si hasta ahora no hemos sentido que así fuera, si sentíamos que la vida nos llevaba casi sin darnos cuenta, sin poder elegir, es una buena oportunidad para comenzar.
El ser humano, sean cuales sean las circunstancias en las que vive, mientras esté en posesión de sus capacidades, tiene siempre un espacio de libertad que le permite elegir, no podemos elegir salir pero si podemos decidir qué hacemos con nuestro tiempo, cómo lo organizamos, realizar actividades que nos hagan sentir satisfacción, que nos ayuden a contactar con nuestras necesidades, elegir cuidarnos es la mejor opción y si además tenemos que cuidar de otras personas, recordemos que es necesario cuidarse para poder cuidar. No podemos enseñar lo que no sabemos, no podemos dar lo que no tenemos y en esta misma línea, no podremos cuidar bien de quienes amamos si no nos cuidamos antes.
Y para finalizar una última recomendación, el libro de Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido” es una buena lectura para estos días, nos enseña que incluso cuando se nos priva de la libertad sigue existiendo ese espacio de libertad interior del que tenemos que hacernos conscientes.
Artículo escrito por:
Fanny Sánchez Juan: Psicóloga especialista en Psicología Clínica, Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud, Infancia y Adolescencia, Género y Desarrollo.
Colegiada M-11119