25 de Noviembre

                                       Circulo de mujeres: encuentro de Noviembre 2017
“Nosotras no luchamos contra la violencia, sino que trabajamos por la Paz” (Marcela Lagarde)

Con motivo del día mundial contra la violencia de género dedicamos nuestro encuentro de noviembre a la Paz, y le pusimos el título de “Mujeres por la Paz”.
El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” por Naciones Unidas en diciembre de 1999. Ya desde 1981 grupos de feministas latinoamericanas conmemoraban en esta fecha un lamentable suceso: el asesinato de las tres hermanas Mirabal en República Dominicana.
El 25 de noviembre de 1960, tres hermanas (Patricia, Minerva y María Teresa), opositoras al dictador Trujillo, activistas políticas, fueron asesinadas.
En la “Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada”.
La violencia sigue presente hoy día en nuestras sociedades, legitimada por múltiples creencias erróneas y por intereses deshumanizados. La violencia de género nos recuerda que la construcción social de la identidad es sexista, desigual, que asigna valores diferentes a hombres y mujeres, que nos jerarquiza y nos despoja de derechos. Como antídoto de la violencia tenemos la paz y esto es lo que propone Marcela Lagarde, antropóloga e investigadora mexicana, autora de artículos y libros sobre género y feminismo, desarrollo humano y democracia.

Marcela Lagarde acuñó el término feminicidio para denunciar y describir la situación en Ciudad Juárez, el asesinato de mujeres por razón de género, favorecido por la estructura social, política y cultural.
Para promover el cambio de esta estructura social que construye y mantiene las diferencias surgió el término sororidad, acuñado por Kate Millet en los años setenta para describir la fraternidad entre mujeres sin distinción de clase social u origen étnico. Desde la sororidad se promueve la equivalencia humana, nos lleva a revisar nuestras actitudes, nuestra creencias, nuestras justificaciones para dañar a otras mujeres, es decir, nuestra propia misoginia.
Con esta conciencia podremos contribuir a universalizar los derechos, a reconocer la diversidad como un valor positivo y a promover el empoderamiento tanto individual como colectivo.

 

Fanny Sánchez Juan
Psicóloga especialista en Psicología Clínica, Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud, Infancia y Adolescencia, Género y Desarrollo.
Colegiada M-11119
Compártelo con tus amigos