Círculo de mujeres: encuentro de Mayo de 2016
“Cada vez que me ignoran me siento invisible” (Chimamanda Ngozi Adichie)
Lo que no se nombra no existe, por eso desde el feminismo promovemos el lenguaje no sexista, inclusivo.
Hablar de feminismo ha sido y sigue siendo controvertido. Cualquier movimiento que pueda poner en tela de juicio el sistema de dominación será criticado y sometido a una campaña de desprestigio para acabar con su potencial, con su capacidad para mover y despertar conciencias, con su poder transformador. Así ha sucedo con la palabra “feminismo”, aún hoy día sigue siendo una gran desconocida, a la que se mira con recelo y a la que se juzga desde la ignorancia de su significado real.
Chimamanda Ngozi Adichie, escritoria, novelista y dramaturga nigeriana, aborda este tema en una conferencia que se convirtió después en libro cuyo título es “Todos deberíamos ser feministas”, en ésta conferencia se habla de etnocentrismo, de micromachismos, de construcción social de las diferencias y de su mantenimiento.
Educar en igualdad es una necesidad, un requisito indispensable para la universalización de los derechos. La igualdad de género siempre incluye la revisión de nuestras creencias y nuestras acciones, como dice Chimananda Ngozie Adichie “pasamos demasiado tiempo enseñando a las niñas a preocuparse por lo que piensen de ellas los chicos… pasamos demasiado tiempo diciéndoles a las niñas que no pueden ser rabiosas, ni agresivas, ni duras… el mundo entero está lleno de artículos de revistas y de libros que les dicen a las mujeres qué tienen que hacer, cómo tienen que ser y cómo no tienen que ser si quieren atraer o complacer…” y mientras tanto a los niños ¿Qué se les enseña? “… enseñamos a los niños a tener miedo al miedo, a la debilidad y a la vulnerabilidad…”
Y mientras tanto, con esta construcción de género, nos perdemos lo que realmente somos, nos olvidamos de nuestro potencial y de nuestros deseos, reprimimos la expresión de algunas de nuestras emociones y las transformamos en las que socialmente nos están permitidas, como la tristeza y no es casual que las mujeres tengamos riesgos específicos que favorecen la depresión.
“… todos deberíamos ser feministas… ser personas que creemos en la igualdad social, política y económica de los sexos”.
Educar en la igualdad es hacer visible la diversidad.