Encontrando a nuestra diosa
Circulo de mujeres del 24 de junio de 2017
Hay muchas maneras posibles de abordar los automatismos que nos ponen trabas en nuestra vida diaria, que nos bloquean y dificultan lograr aquello que queremos. Estos automatismos son patrones de conducta aprendidos generalmente en la infancia, que se ponen en marcha de forma inconsciente. En ocasiones, después de haber realizado una acción determinada, nos preguntamos por qué lo hemos hecho si no era eso lo que nos proponíamos.
El trabajo con arquetipos es una de estas maneras posibles de llevar a la conciencia nuestros patrones internos y poder encontrar alternativas.
Las diosas como arquetipo, su descripción y análisis nos pueden ayudar en el proceso de hacernos más conscientes y desde esa conciencia convertirnos en protagonistas de nuestras decisiones, nuestras emociones y nuestras conductas.
En el encuentro de junio, coincidiendo con el solsticio de verano y la luz que nos lleva de dentro a fuera en el hemisferio norte, decidimos trabajar con los arquetipos de algunas diosas, que, tomadas al azar, nos inspiraron y ayudaron a mirarnos.
Decidimos poner la voluntad junto a la creatividad, para generar los cambios que necesitemos y/o deseemos. Aderezando nuestra voluntad con música, danza y rituales, compartimos el deseo de seguir creciendo, de poner voluntad para sanar, curar heridas y aceptar el dolor, de empezar a dar forma a los sueños, aceptar el miedo y promover recursos que nos ayuden a destruir barreras, conservar lo que nos nutre y crear nuevas expresiones de vida.
Todas las culturas tienen sus arquetipos, todas las culturas en su mitología desarrollaron diferentes modelos representados en dioses y diosas. Los diferentes modelos esquematizan patrones que la sociedad apoya o reprueba, según la moral que impera en cada momento. Hay diosas ensalzadas y diosas despreciadas, modelos idealizados que generan atracción o que generan rechazo. En el panteón de diosas nos encontramos con las que crean y las que destruyen, las que cuidan, las que cazan, las sabias, las que luchan y las que resisten, las de la luz y las de las profundidades, las fuertes y las vulnerables… aparecen las polaridades y todas ellas en su diversidad nos muestran diferentes cualidades, diferentes patrones, diferentes posibilidades.
Las mujeres somos seres reales, plurales y diversas. Los modelos familiares y socioculturales que nos ha tocado vivir nos han mostrado un tipo de mujer limitado, según este modelo algunas de nuestras cualidades habrán sido reprimidas y otras desarrolladas en exceso, los arquetipos nos muestran todas las posibilidades. Todas las diosas viven en cada una de nosotras, pero tenemos que encontrar la fuerza de aquellas que queremos que nos acompañen en cada momento.