Música, otoño y emociones

Música, otoño y emociones

Circulo 23 de septiembre de 2017

En el encuentro del 23 de septiembre, celebramos el equinoccio de otoño con un baño de Gong.

¿Quien no ha experimentado el efecto de la música en el estado de ánimo? Todo el mundo sabe, por experiencia propia, que la música puede generar diferentes emociones, según sea su tempo, su intensidad, su melodía… las emociones son las que convierten el sonido en algo comprensible.

La música actúa en el ser humano de forma inmediata y en su totalidad: biológica, psicológica y social (S. Poch, Revista Interuniversitaria de Formación de Profesorado nº 42).

La vibración que el sonido produce, resuena además en nuestro cuerpo, el sonido de gong, con su profundidad vibratoria genera vibración a nivel celular, nos hace también vibrar y nos lleva a un estado de relajación que  ayuda a equilibrarnos.

 

Elegimos lo que compartimos, elegimos las experiencias y actividades que realizamos en cada época del año. El otoño, con el acortamiento de los día y el aumento del frío nos lleva al recogimiento. La luz y la temperatura afectan a nuestro estado de ánimo, tras el afuera del verano, entramos poco a poco hacia adentro, hacia el interior, como la naturaleza, que va cambiando de color y guardando el calor en las raíces.

Nuestro cerebro, produce menos serotonina y más melatonina, dos neurotransmisores relacionados con la luz. Esta es la causa de que nos sintamos con más sueño (melatonina) y con el ánimo algo más decaído (serotonina). Nuestro cuerpo se prepara para descansar más tras el ajetreo del verano, necesitamos recuperar fuerzas. Como los animales que hibernan, nuestro cuerpo nos pide otro tipo de actividad, más calmada.

Prepararnos para vivir un otoño saludable es tener recursos adecuados. La música es uno de ellos, en nuestro encuentro de septiembre compartimos recursos de bienestar para esta época: el calor de los alimentos de otoño, la calidez de los abrazos, de las conversaciones compartidas, actividades de exterior cuando haya luz y de interior cuando oscurece, realizar actividades artísticas, disfrutar de los ocres, rojos y amarillos que el paisaje nos regala…

Aceptar el otoño como una época de vuelta al interior, al hogar,  al encuentro y al reencuentro, aceptar lo que es y cuidarnos, esta es la actitud que nos trae la alegría calmada de otoño.

 

Psicóloga especialista en Psicología Clínica, Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud, Infancia y Adolescencia, Género y Desarrollo.
Colegiada M-11119
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